Acaso con más fruición que las otras empresas periodísticas, el grupo Clarín ha devaluado el sentido de las palabras: las adultera, o las carga de un contenido trágico que no tienen. Escribe y pone en tapa una historia que no es la que transcurre y ni siquiera se detiene en reparos éticos. Se lanza como un camicaze hacia su presa, "El lector", hechando por la borda el prestigio que cualquier medio envidiaba hasta hace poco.
Su máximo eslabón político: Julio Cobos, vicepresidente de la nación y futuro candidato a presidente por "La Oposición", opera cual espía aportando datos a los "pasilleros" que raudamente llevan el material para editarlo al instante, que tal no?.
Un inepto que fingió ser el salvador de la patria en la votación por la 125, con una parodia mediática opositora que puso en escena a través del aparato de comunicación estatal que también está a su servicio.
Hace unos meses, diseñó el "operativo candidato" con un grupete de traidores radicales y algunos de los otros sectores. En tanto, hoy dia en el grupo que lo sponsorea, Clarín, se viene rumiando un sordo fastidio como el de una olla a presión en cuenta regresiva por la ineptitud de sus soldados que a esta altura ya le están saliendo bastante caros.
Ahora y en otro plano, la "Iglesia", en manos de Vergoglio, insta a la presidente para frenar la creciente crisis política e institucional?, como si viniera de allí, del gobierno, esta embestida violenta, sin embargo nada dice de la crisis informativa, de la crisis de ética en el grupo que se ganó el mote de "El mejor diario Argentino", de eso no se habla parece decir el episcopado.
La celebración del Bicentenario merece un clima social y espiritual distinto. Por eso urge reafirmar, tal cual lo está haciendo la presidente en cada acto, las condiciones políticas e institucionales que nos permitan superar este estado de ataque sistemático al estado desde los medios monopolícos que lentifica y lasera nuestro claro progreso.
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