-Parte médico.
El doctor Claudio Burgos, médico de Sandro, frente a la hipocrecía del periodismo argentino
En el parte médico del lunes 23 sobre la recuperación de Sandro, uno de sus médicos pone a la prensa en caja según este informe de Ensamble19.com>
La conferencia de Prensa del mediodía del lunes 23 de noviembre por el equipo de transplantólogos del Hospital Italiano de Mendoza en pos de informar acerca de la evolución de la salud de Sandro, tras la conocida múltiple operación a que fue sometido, dejó como pocas veces a la prensa argentina al desnudo en su faz más vulnerable, y como era de esperar, nadie se calzó la bota que le quedaba perfecta para la kermesse del mea culpa.
Pasadas las cuatro o cinco primeras preguntas de los asistentes, que llevaban a una lógica cadena de respuestas que informaban sobre los puntos más importantes del tema en cuestión, comenzaron a llover sobre los oídos de los médicos todo tipo de consultas que rayaban en la vergüenza ajena, como preguntar si el paciente le había pedido algo romántico a su esposa, luego de que los médicos habían aclarado que Sandro recién se había despertado y que una buena señal de su evolución radicó en observar que hizo un movimiento por pretender desprenderse del entubamiento de oxigeno que desde hace tanto tiempo lo lleva adosado a su rostro.
Pero las pavadas y los lugares comunes no fueron lo más significativo de los representantes de la prensa en el mediodía mendocino frente a los científicos. Con la singular inocencia y descompromiso habituales de cualquier acreditado, una cronista sugiró al Doctor Claudio Burgos, jefe del equipo de médicos y técnicos de la operación, eminencia ultrarreconocida en esta división de las Ciencias Médicas y recordman en experiencia transplantológica con una tasa de éxito 5/5 en la Argentina, que le enviara un mensaje a la sociedad, presumiendo probablemente la periodista que el médico hablaría sobre la necesidad de tomar conciencia sobre la donación de órganos o de cierto cuidado en la salud cardiopulmonar para no llegar a las afecciones del cantante, pero no. Burgos directamente cambió el destinatario del llamado de atención y utilizó dos veces la palabra "Ustedes", dejando en claro y con pocas y diplomáticas palabras -delicadeza, cabe decir- que el que o se encarga de hacer llegar al público los ensajes que son importantes para la ciudadanía es la mismísima aparatología de medios de comunicación, oxidada en sus reflejos, automatizada en entregar previsiblemente lo que la mayoría espera recibir, defensora de su espacio de poder en nichos o en el espectro global.
Está muy bien que estemos permanentemente analizando y diagnosticando el estado de nuestra libertad de expresión: que si las leyes nuevas nos acotan, que si los grupos empresarios nos condicionan, que si hay espionajes en nuestros celulares o un grandote se pone siempre delante de nuestra cámara a la hora de fotografiar o filmar a un delincuente in fraganti. Pero si no reconocemos que existe una pirámide de jerarquías informativas que el mismo periodismo organiza para todos los mensajes lleguen al público, ante cualquier observación de falencia nos defenderemos hipócritamente diciendo que en nuestros medios de comunicación todos los temas importantes son abordados con profundidad y como corresponde, con investigaciones, opiniones de especialistas y demás condimentos. Pero esa pirámide es la que el gran público mira siempre desde su cima hacia abajo y la atención va enfocada casi permanentemente hacia los mismos temas que la prensa "ordena" y que no es necesario enumerar aquí, que mantienen el pensamiento del público como rehén, basándose en intereses propios o de poderosos terceros que los compran.
Fuente>Carlos Allo>Ensamble19.com.
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