viernes, 2 de octubre de 2009

SIETE PREGUNTAS PARA PONER EN UN APRIETO A LOS OPOSITORES DE LA LEY DE MEDIOS


MANIFESTACIONES GENERALES
ANTE PROMULGACIÓN DE LEY DE MEDIOS
Una nueva pandemia mediática está poniendo en peligro la mente de muchos, ésta enfermedad genera en común una serie de manifestaciones en los infectados.

Las personas infectadas hablan a los gritos, sin escuchar y con mucha superioridad moral. Repiten que el problema es de educación, considerándose entre los “educados”, pero han perdido la capacidad de hacer una lectura crítica de la realidad.
Además opinan como expertos sobre una variedad infinita de temas, de los que no saben un carajo.

Las mujeres infectadas, suelen llamar “conchuda” a la presidenta, olvidando qué tienen entre las piernas. Dedican largas horas de su día a criticar y tratar despectivamente al servicio doméstico, y la enfermedad que padecen las hace detestar el paso del tiempo, así que se practican innumerables cirugías estéticas tratando de evitar lo inevitable, y quedando cada vez más feas.

Los hombres infectados suelen llamar “conchuda” a la presidenta, olvidando los esfuerzos que hacen a lo largo de su vida intentando entrar en una.

Todos hablan de la pobreza pero no vieron un pobre ni en fotos y jamás hablaron con uno, porque les tienen miedo.

La infección que padecen les impide elaborar un pensamiento propio, así que solo repiten lo que escucharon.

Todos, por culpa de la enfermedad que padecen creen que la solución al tema de la delincuencia juvenil es bajar la edad de imputabilidad, y los más infectados piden pena de muerte para un delincuente que mata en acción de robo, pero jamás pensaron eso para los asesinos masivos autóctonos, que asesinaban gente mientras saqueaban sus bienes y se apoderaban de sus niños.

La enfermedad los obliga a salir a la calle con una cacerola a armar bardo, contra medidas que son para su provecho y bienestar. Es decir, atentan contra sus propios intereses.

MEDIDAS PROFILÁCTICAS

No hay que permanecer cerca de las personas infectadas. Hay que lavarse las orejas con alcohol en gel, hacerse buches de vino tinto, usar barbijo y ventilar los ambientes.
No hay que entrar en conversación con infectados, solamente inteactuar haciendo algunas preguntas como ser:

¿pero vos leíste la ley de medios de comunicación?
¿qué noticiero mirás?
¿qué diarios leés?,
¿alguna vez te fumaste un porro?
¿alguna vez conversaste con alguien que se haya fumado un porro?
¿sos un hijo deseado?
¿cuántas hectáreas tenés vos?


Algunas de estas preguntas desconcierta a las personas infectadas y al menos permanecen unos segundos en silencio.
El silencio es salud, sobre todo cuando el ruido lo genera el mal, bien identificado por estos dias con sus respectivas siglas, TN, A24, Clarín etc, etc, etc..


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